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martes, 23 de marzo de 2021

LOS TRANVÍAS DE BARCELONA (III)

 

Retrato de Mariano Foronda. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril

MARIANO FORONDA GONZÁLEZ BRAVO


Uno de los personajes más destacados y controvertidos en la historia de los tranvías clásicos de Barcelona es Mariano Foronda, ya que dirigió la explotación desde que se inició el proceso de unificación de las diversas empresas concesionarias, y rigió sus destinos durante su etapa más floreciente de monopolio, crecimiento y modernización, hasta su cese en 1931.


Natural del municipio madrileño de El Escorial, en el que vino al mundo el 14 de septiembre de 1873 cuando sus padres se encontraban de vacaciones, su infancia y primera juventud transcurrió en Madrid y alrededores, donde cursó sus primeros estudios de bachillerato en los Escolapios de Alcalá de Henares, para, después, iniciar la carrera de ingeniería, que trocaría por su ingreso en el ejército como Auxiliar del Cuerpo de Archiveros en 1891. Poco después, sería destinado a Filipinas, donde participó en la guerra de independencia de aquella posesión española hasta su repatriación, tras contraer fiebres tropicales.


Nuevamente en España, ingresó al servicio de una empresa de tranvías de Madrid, donde pronto demostró sus dotes técnicas y organizativas, lo que facilitó su paso a la dirección de The Barcelona Tramways en 1902. En la ciudad condal participó activamente en la reorganización de su empresa, llamando la atención de los inversores belgas de Les Tramways de Barcelona, que confiaron en su capacidad para dirigir la unificación de las diversas empresas y la modernización de sus servicios.


Dada su formación castrense, Mariano Foronda dirigió los tranvías de Barcelona como si de un ejército se tratara, con un trato despótico hacia sus empleados, lo que provocó numerosos conflictos que siempre resolvió con mano de hierro, despidiendo a los huelguistas, contratando a esquiroles o poniéndose personalmente a los mandos de los tranvías abandonados por sus empleados. De este modo, se convirtió en una de las figuras más controvertidas de la ciudad, suscitando el indisimulado odio de las clases populares y las loas de la alta burguesía.


Como era habitual en la época, junto a su labor profesional al frente de los tranvías de Barcelona, Mariano Foronda también desarrolló una notable carrera política. Fue diputado conservador en seis ocasiones por la circunscripción de Jaén y el distrito de Cazorla, entre 1907 y el golpe de Primo de Rivera de 1923. Además, durante la Dictadura participó en la Asamblea Nacional constituida tras las elecciones celebradas el 2 de octubre de 1927.


Mariano Foronda heredó de su padre el título de Marqués de Foronda, creado en 1916 por Alfonso XIII, al que sumó otros honores nobiliarios, como el de conde de Torre Nueva de Foronda, en 1920, Gentilhombre de Cámara, en 1926, y, ese mismo año, la Grandeza de España. Además, recibió distinciones como las Grandes Cruces de Isabel la Católica y de Carlos III y fue nombrado director general de la Exposición Universal de Barcelona de 1929.


Tras la proclamación de la República, Mariano de Foronda se vio obligado a abandonar la dirección de los tranvías de Barcelona, en un ambiente de abierta hostilidad de las nuevas autoridades hacia su figura y lo que ésta representaba en la capital catalana. No obstante, siguió vinculado al mundo del transporte urbano, ya que desde 1920 compaginaba la dirección de los tranvías de la capital catalana con la presidencia de Tranvías de Sevilla, cargo en el que se mantuvo hasta 1955. Asimismo, ocupó puestos en los Consejos de Administración de otras muchas empresas como Sevillana de Electricidad, Ferrocarriles Andaluces o Ferrocarriles de Cataluña.


Mariano Foronda fue un notable coleccionista de billetes de ferrocarril y tranvía, motivo por el que esta afición es conocida en España como forondotelia. Falleció en la localidad alavesa de Foronda, cerca de Vitoria, de la que era oriunda su familia y en la que conservaba la casa solariega, el 18 de julio de 1961, a la edad de 87 años.

 


1 comentario:

  1. Buenos días Sr. Olaizola,
    Gracias por esta serie sobre los tranvías de Barcelona, siempre es bueno encontrar artículos sobre el tema en este árido mundo, en el que dominan las imágenes y comentarios superficiales.
    Poco a poco blogs y fórums con excelentes contenidos van desapareciendo, sustituidos por la inmediatez de Facebook y otros medios, donde por desgracia suelen faltar el rigor y la hondura de contenido.
    Con respecto a esta última entrada, quisiera discrepar sobre la figura de Mariano Foronda.
    Es difícil tratar figuras de tiempos pretéritos desde la perspectiva actual, la figura del Marqués de Foronda es muy compleja, y en la perspectiva de los tranviarios de su tiempo, fue una personalidad muy apreciada, impulsora de fondos de protección obrera, y otras mejoras sociales totalmente pioneras a principios del siglo XX.
    Quizás en un futuro podamos crear una entrada sobre el tema y aportar datos e informaciones, creo que puede ser un tema interesante a desarrolla.
    Agradeciendo su continuo trabajo con su bloc.
    Saludos cordiales.
    Ferran Lería

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