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domingo, 17 de junio de 2018

EUSEBIO PAGE ALBAREDA

 
Proyecto de estación de Toledo, redactado por Eusebio Page. Revista de Obras Públicas
 
Uno de los protagonistas más destacados de la historia del ferrocarril de Castillejo a Toledo y también de la historia de este medio de transporte durante buena parte del siglo XIX, fue el ingeniero de caminos Eusebio Page Albareda ya que fue el autor del proyecto y director de sus obras.
 
Natural de Cádiz, ciudad andaluza en la que vino al mundo el 6 de diciembre de 1826 en el seno de una familia acomodada, Eusebio Page tuvo ocasión de estudiar la carrera de ingeniero de caminos. Tras finalizar la carrera en 1849, encaminó sus pasos profesionales hacia la gran novedad del sector en la época: la construcción de nuevos ferrocarriles.
 
En 1852, cuando apenas contaba con 26 años de edad, Eusebio Page fue nombrado por el Gobierno para afrontar su primer gran proyecto ferroviario; la construcción de una vía férrea de Salamanca, por Cantalapiedra y Madrigal que debería empalmar en Arévalo con la línea general de Madrid a Valladolid, entonces en estudio. Este proyecto no llegó a materializarse, pero fue el primer paso para que el tren llegase a la capital charra.
 
Eusebio Page pronto se integró en la órbita de los negocios impulsados por José de Salamanca, donde pronto se convirtió en el ingeniero más destacado de su grupo empresarial. De este modo, participó en la construcción del ferrocarril de Aranjuez a Almansa y también en el de Castillejo a Toledo. Además, cuando en 1859 el empresario malagueño se hizo cargo de los primeros ferrocarriles de Portugal, que en aquel momento apenas cubrían un centenar de kilómetros desde Lisboa hasta Ponte Asseca, nombró a Eusebio Page director de las obras de prolongación de la vía férrea, primero hasta Entroncamento y, desde esta localidad, tanto hasta la frontera española en Badajoz como hacia Oporto.
 
Las obras de construcción de los ferrocarriles portugueses dirigidas por Eusebio Page incluían la transformación del ancho de vía del tramo ya construido, inicialmente establecido en el ancho de 1.435 milímetros, que fue ensanchado al normal español, de 1.672 milímetros. De hecho, Page era un ardiente defensor de nuestro ancho de vía, como había dejado patente en diversos artículos publicados en la prensa de la época.
 
La vinculación de Eusebio Page con Portugal no se limitó a la construcción de las importantes líneas de Lisboa a Oporto y a la frontera de Badajoz. Concluidas sus obras y dadas las magníficas relaciones que estableció con sus colegas lusos, el 27 de abril de 1866 fue nombrado vocal de una comisión internacional para el estudio de nuevas conexiones ferroviarias y de navegación entre los dos países. Entre las propuestas planteadas por la citada comisión cabe señalar las de los ferrocarriles internacionales de Lisboa a Sevilla por Beja, la frontera de Paymogo y Huelva; la Línea del Tajo, desde Abrantes a Coria y Plasencia de Malpartida por la frontera de Monfortinho; el empalme entre Salamanca y la Beira Alta por Vilar Formoso y la conexión de Porto a Valença do Minho, Tui y Vigo.
 
Un año antes, en 1865, Eusebio Page había sido nombrado vocal de la Comisión para el estudio del Plan General de Ferrocarriles. Además, también participó en otra comisión internacional, en este caso para estudiar las conexiones con Francia a través del Pirineo central, donde se plantearon alternativas por Canfranc, el Cinca y el Noguera-Pallaresa.
 
Junto a su intensa actividad profesional, Eusebio Page también realizó una notable labor divulgadora de la tecnología ferroviaria, que quedó reflejada en los numerosos artículos publicados en la Revista de Obras Públicas y, sobre todo, en su tratado El ferro-carril, editado en dos tomos en 1881.
 
Eusebio Page también desarrolló una notable actividad política, siempre vinculado al partido Liberal liderado por otro ilustre ingeniero y compañero de promoción; el riojano Práxedes Mateo Sagasta. En 1872 fue elegido Diputado al Congreso por Alcalá de Henares y un año más tarde, en su primer gabinete, Sagasta nombró a su colega y amigo Director General de Obras Públicas. Posteriormente, sería elegido Senador, primero por Castellón, entre 1881 y 1884, más tarde por Logroño, entre 1886 y 1890 y, finalmente, fue nombrado Senador Vitalicio, por designación Real, cargo que ostentó entre 1890 y 1900.
 
El Senador Vitalicio Eusebio Page falleció en Madrid el 6 de febrero de 1900, a la edad de 73 años, dejando una notable obra ferroviaria en nuestro país.

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