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lunes, 18 de marzo de 2013

LAS UNIDADES DE TREN Y LOS AUTOMOTORES NAVAL DE VÍA MÉTRICA (I)

Tren unidad de los Ferrocarriles y Transportes Suburbanos de Bilbao, fotografiado en la estación de Matico. Fotografía de Jean Henry Manara. Año 1972
 
En las últimas semanas se han registrado, en algunos foros de internet, discusiones sobre las unidades de tren y automotores de vía métrica construidos por la Sociedad Española de Construcción Naval en su factoría de Sestao, polémicas en las que se han llegado a confundir unos y otros. Aunque al respecto resulta de obligada lectura el trabajo que Joan Carles Enguix i Peiró publicó en 1986 en el Nº 17 de la prestigiosa revista Carril, en las siguientes entradas de este blog intentaremos resumir la historia y características de estos trenes.
 
Los trenes unidad de los Ferrocarriles y Transportes Suburbanos de Bilbao

Los primeros trenes eléctricos construidos por la Sociedad Española de Construcción Naval fueron diez unidades de tren reversibles, formadas por un coche motor y un remolque con cabina, contratados en 1951 por la empresa Ferrocarriles y Transportes Suburbanos de Bilbao.
Proyecto de unidades articuladas presentado por la Naval a Suburbanos de Bilbao
 
Con motivo de la electrificación de las líneas de Bilbao a Lezama, Luchana a Munguía y Matico a Azbarren, la Sociedad Española de Construcción Naval propuso a los Ferrocarriles y Transportes Suburbanos de Bilbao el suministro de una serie de unidades de tren formadas por tres cajas articuladas montadas sobre cuatro bogies, donde el coche intermedio compartiría sus bogies con los dos coches extremos, en una disposición totalmente novedosa en España. Sin embargo, debido a la difícil situación económica que padecía el país, este proyecto fue en principio relegado y posteriormente sustituido por la adquisición, en 1953, de diez composiciones integradas por un coche motor y un remolque con cabina de conducción. A pesar de conservar la estética del primer proyecto, sobre todo en lo referente a los peculiares frontales redondeados, las cajas se dispusieron de forma convencional, es decir, sobre bogies independientes.
Transporte de los primeros trenes Naval de Suburbanos de Bilbao
 
Los equipos eléctricos de las nuevas unidades, construidas en los astilleros de La Naval en Sestao, fueron suministrados por la empresa Cenemesa, bajo licencia de la norteamericana Westinghouse y se repartían entre los dos coches que conformaban la composición inicial. En concreto, en el coche motor se instalaron las resistencias de tracción, y los equipos de control, mientras que el compresor de aire y el grupo convertidor se montaron en el remolque cabina. Por tanto, el coche motor no podía circular de forma independiente ya que para ello, a diferencia de los automotores eléctricos convencionales, necesitaba contar con los equipos distribuidos en el remolque con cabina. Los coches motores contaban con cuatro motores de tracción suspendidos por la nariz, que ofrecían una potencia total de 500 caballos y su control se realizaba de forma automática, mediante un tambor de sucesiones de accionamiento neumático. Estas unidades carecían de la posibilidad de acoplarse en mando múltiple así como de freno eléctrico, por lo que el único sistema disponible era el de aire comprimido. La toma de corriente se efectuaba en un principio mediante pantógrafos romboidales dotados de sistema automático de plegado, pero debido a sus múltiples averías, se suprimió este mecanismo, y fueron transformados a manuales.
Fotografía de fábrica de los trenes unidad Naval, dotados todavía de sus bogies tipo Ganz originales
 
Los primeros años de servicio de estos trenes fueron verdaderamente conflictivos debido al elevado número de incidencias y averías que presentaron. La mayor parte de los problemas experimentados inicialmente se debían a la deficiente suspensión de sus bogies, inspirados en los que montaban unos automotores construidos por la empresa húngara Ganz para los Ferrocarriles Vascongados en 1928, los cuales carecían de traviesa bailadora y que demostraron un comportamiento inadecuado, poco confortable para el viajero y agresivo para la vía. Asimismo, el equipo de control de tracción estaba mal diseñado, lo que provocaba arcos entre los porta-escobillas y entre estos y tierra, así como fuertes patinajes al realizar la transición de la combinación de los motores de serie a paralelo.
Interiorismo original de las unidades de tren Naval de los Suburbanos de Bilbao
 
Para solucionar estos inconvenientes, se realizaron diversas modificaciones, como la sustitución de los bogies por nuevos carros más convencionales, de tipo Pennsylvania para los coches motores y una versión más simplificada, para los remolques con cabina, realizadas por el personal de los Ferrocarriles y Transportes Suburbanos en los talleres de Luchana, según el proyecto firmado por el ingeniero industrial Juan Ramón Areitio Irizar en mayo de 1956.
Doble composición de trenes Naval fotografiada en Matico
 
Una vez solucionados estos inconvenientes, el único problema que ofrecían estas diez unidades era el de su reducida capacidad, tan sólo 120 asientos, lo que contrastaba notablemente con la de las viejas composiciones de automotores MAB y tres remolques de madera, en servicio en la línea de Bilbao a Plencia, que disponían, aproximadamente, 180 plazas sentadas. Dado el elevado número de viajeros que registraba este trayecto, los Ferrocarriles y Transportes Suburbanos no tenían más remedio que utilizar sus nuevos vehículos de forma casi permanente en doble composición, por lo que el número de trenes de este tipo disponibles quedaba reducido a cinco. Para superar esta situación, y dado que los motores de tracción ofrecían potencia más que suficiente, la empresa optó por agregarles un remolque intermedio, con lo que el número de asientos de cada tren-unidad se incrementó a 180. De este modo era posible utilizarlos en unidad simple, lo que a su vez duplicó el número composiciones disponibles. Las nuevas formaciones pasaron a ser matriculadas como MTU/ABTU/RTU-1 a 10.
Imagen del nuevo remolque intermedio ABTU-4, recien construido en los talleres de Luchana
 
Cabe señalar que la construcción de los remolques intermedios se realizó en los talleres de Luchana. Los ABTU-2, 4 a 6 entraron en servicio en 1962 los ABTU-3, 8 y 10 en 1963, los ABTU-7 y 8 en 1965 y, finalmente, el ABTU-1 en 1966. Según señala la documentación oficial, estos vehículos procedían, en teoría, de la reconstrucción de antiguos coches de madera, aunque en realidad eran prácticamente nuevos, ya que en ellos apenas se recuperaron equipos de los anteriores. Ésta era una fórmula que permitía eludir los complejos trámites burocráticos que exigía la inspección técnica de ferrocarriles en caso de que se tratara de un vehículo de nueva construcción, ya que una reconstrucción era considerada como la reparación de un vehículo ya existente y por tanto no era necesario realizar un proyecto integral y su consiguiente autorización por parte del Ministerio de Obras Públicas, tarea verdaderamente compleja.
En 1960 Suburbanos de Bilbao reconstruyó uno de sus antiguos automotores, elMAB-15, con carrocería metálica dotada de un frontal muy similar al de los automotores Naval
 
La definitiva puesta en servicio de estas unidades en la línea de Bilbao a Plencia, supuso la paulatina transferencia de los automotores originales de este servicio, los veteranos MAB, a las líneas de Lezama, Azbarren y Munguía. A partir de finales de los años ochenta, los navales fueron a su vez reemplazados en su cometido por los nuevos trenes de Eusko Trenbideak de la serie 200, siguiendo la misma suerte que sus predecesores, hasta su retirada definitiva a principios de los años noventa. Sin embargo, uno de ellos, el formado por el coche motor MTU-10 y el remolque RTU-10 fue transformado en tren de socorro en 1986, y posteriormente se integró en el parque de material auxiliar de Metro Bilbao, donde quedó matriculado como MSB/RSB-1. Lamentablemente, esta composición fue desguazada en noviembre de 2011. Mejor suerte corrió la composición MTU/RTU-3, que pudo ser preservada por el Museo Vasco del Ferrocarril.
A comienzos de los años setenta, los trenes unidad de los Suburbanos de Bilbao fueron redecorados en dos tonos de verde. Fotografía de Jean Herny Manara
 

1 comentario:

  1. Como siempre, una lectura agradable, interesante y clarificadora. ¡Esperamos las siguientes netregas!

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