EL PUENTE INTERNACIONAL DEL BIDASOA
Como se ha señalado, la obra más destacada en el pequeño tramo que enlaza la estación de Irun con la de Hendaia es el puente internacional con el que se cruza el cauce del río Bidasoa, en cuyo centro se encuentra la frontera franco-española. Su proyecto fue obra de los ingenieros franceses Jules Timotée Chauvissée y Samuel Wolff.
Para el tendido del puente sobre el Bidasoa se aprovechó un punto en el que su tranquila ría se estrechaba al tiempo que la roca natural se encontraba a una profundidad relativamente reducida, apenas bajo siete metros de lodos y gravas. Su estructura se conformó con cinco elegantes arcos rebajados, de 20 metros de luz, lo que unido al grosor de las pilas, de 2.670 milímetros, y sus estribos, conformaron una estructura de 132,05 metros.
Los pilares se asentaron sobre una base de estacas hincadas sobre el lecho del río hasta alcanzar el fondo rocoso, sobre las que se estableció una base de hormigón. Los paramentos del puente son de sillería y en sus pilares destacan, si se sigue su estructura desde España hacia Francia, el escudo de la reina de España en aquel momento, Isabel II, en el primero de ellos; en el segundo, el de la corona española; en el tercero, el del imperio francés, y, por último, en el cuarto pilar, el del emperador, Napoleón III.
El puente internacional del Bidasoa cuenta con dos vías, lo que podría hacer pensar que es de doble vía, aunque, en realidad, son dos vías únicas, en sentido norte-sur, el situado a la derecha corresponde a la establecida con el ancho internacional, que, por el momento, llega hasta la estación de Irun, mientras que el de la izquierda dispone de vía ancha ibérica, con la que los trenes procedentes de la península ibérica pueden alcanzar la estación de Hendaia.
Durante su dilatada historia, el puente internacional del Bidasoa ha experimentado algunas intervenciones, como la electrificación de sus vías en los años veinte del pasado siglo. Más importante fue la reconstrucción de paramentos y rellenos, afectados por algunos asientos y hundimientos, realizada durante la segunda guerra mundial por el ejército alemán de ocupación. La obra implicó la interrupción del paso de los trenes y la construcción de un puente provisional de vigas de acero sobre caballetes de madera, con vía única y ancho internacional, con el que se pudo garantizar los intercambios entre la España franquista y la Alemania nazi durante las obras.
La última intervención de entidad sobre el puente del Bidasoa la realizó entre marzo de 2021 y junio de 2022, la firma ASCH Infraestructuras y Servicios. La inversión, que finalmente ascendió a 1.478.195,71 €, se ha realizado sin interrumpir el tráfico ferroviario y con ella esta histórica infraestructura ha recuperado la elegante imagen que ofrecía a sus primeros viajeros en el ya lejano año de 1864.
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