Primitivo coche de viajeros del ferrocarril de La Robla. Fotografía de Javier Aranguren Castro
COCHES Y VAGONES
Aunque el transporte de pasajeros siempre fue una actividad secundaria para el ferrocarril de La Robla, la empresa llegó a contar con cerca de ochenta unidades para este servicio. Las primeras fueron construidas en 1892 por la firma francesa St. Denis (París), en concreto, 25 coches de bogies a los que se unió un coqueto salón de dos ejes. Una década más tarde, la prolongación de la línea hasta Lutxana supuso la incorporación de otros seis coches, en este caso, de la británica Bristol. Por su parte, para el ramal de León a Matallana se adquirieron otros diez vehículos, construidos en Zaragoza por Carde y Escoriaza en 1923.
El ferrocarril de La Robla contaba con un coqueto coche salón. Fotografía de Jordi Casaponsa
Coche de viajeros adquirido para la ampliación de Balmaseda a Lutxana. Fotografía de Jordi Casaponsa
Furgón adquirido para la ampliación de León a Matallana. Archivo Histórico Provincial de Zaragoza
Al igual que sucedió con las locomotoras, tras la Guerra Civil, el ferrocarril de La Robla recurrió al mercado de ocasión para ampliar su parque de coches de viajeros, con la adquisición de 13 unidades a los Ferrocarriles Secundarios de Castilla y otras 19 al madrileño Ferrocarril del Tajuña.
Coche de viajeros adquirido de ocasión al Ferrocarril del Tajuña (Madrid). Fotografía de Xavier Santamaría
FEVE habilitó remolques de automotores MAN como coches de viajeros. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
Tren correo de Bilbao a León formado por coches procedentes de la adaptación de remolques de automotores "Apolo". Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
En todo caso, la especialidad del ferrocarril de La Robla era el transporte de mercancías, en especial el carbón. Por ello, no es de extrañar que llegara a contar con un parque de más de 1.500 vagones de todos tipos, entre los que, sin duda, destacaban los cerca de 1.200 abiertos de bordes altos, diseñados específicamente para el transporte de mineral.
Vagón para transporte de carbón construido para el Ferrocarril Hullero de La Robla a Valmaseda por la firma bilbaína Mariano de Corral. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Vagón cerrado, construido por Mariano de Corral. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Furgón para el jefe de tren de los trenes de mercancías. Fotografía de Jordi Casaponsa
Curioso furgón calderín para la generación de vapor con destino a la calefacción de los trenes. Fotografía de Jordi Casaponsa
Espectacular cuña quitanieves del ferrocarril de La Robla. Fotografía de Jordi Casaponsa
La mayor parte de los vagones de mercancías fueron suministrados por la industria española. Los primeros por la sociedad Aurrera de Sestao (Bizkaia), pero tras su desastroso resultado se recurrió a la firma catalana Material para Ferrocarriles y Construcciones. Posteriormente, Robla también adquirió vagones a otros fabricantes como Mariano de Corral y Euskalduna de Bilbao o la CAF de Beasain. Además, en sus talleres se reconstruyeron y fabricaron numerosas unidades.
Moderna tolva para el transporte de carbón utilizada por FEVE en el ferrocarril de La Robla. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
El furgón generador de vapor de la fotografía está aparentemente construido nco el chasis y bogies de un tender de locomotora Baldwin al igual que los "Zepelines" quitanieves como el de la foto
ResponderEliminarMuchas gracias por repasar y revivir paso a paso a traves de imagenes y texto la historia de esta tan entrañable y emblematica linea.El furgon calderin generador de vapor si que tienen los bogies un parecido a los montados por el tender de una Baldwin,el compartimento pequeño trasero,a modo de pequeña "cabina"me recuerda a la cabina de conduccion de una Alsthom 1000
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