Puente internacional del Bidasoa en Irun/Hendaia. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarrril
DE LOS ALDUIDES AL BIDASOA
El origen del tren del Bidasoa
está estrechamente vinculado a los proyectos para comunicar lo más directamente
posible Pamplona con Francia. Ya en 1846 se planteó por primera vez esta idea,
con una vía que debería enlazar la capital Navarra con Baiona a través del paso
de los Alduides.
Proyectos de enlaces ferroviarios entre Navarra y la frontera francesa. Dibujo de Pedro Pintado
Desde Navarra se hizo todo lo
posible para construir el ferrocarril de los Alduides pero siempre se
encontraron con la rotunda negativa del gobierno español. Finalmente, solo se
pudo construir una vía de Pamplona a Alsasua, inaugurada en 1865, donde los trenes podían conectar
con el ferrocarril del Norte de Madrid a París.
Estación de Alsasua, enlace del Ferrocarril del Norte y el ferrocarril de Pamplona a Zaragoza. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Pese al fracaso del ferrocarril
de los Alduides, desde Navarra se impulsaron numerosos proyectos para intentar
evitar el gran rodeo que suponía desviarse por Alsasua para llegar a Donostia,
el puerto de Pasaia y la frontera. De este modo, en 1914 se inauguraba un tren
directo, de vía estrecha, de Pamplona a San Sebastián: el Plazaola. Sin
embargo, este ferrocarril no aportaba ninguna ventaja en las comunicaciones con
Francia, por lo que pronto se estudió la posibilidad de conectar directamente
la capital Navarra con la frontera en Irun.
Inauguración del Ferrocarril del Plazaola. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
LA MINERÍA EN LAS PEÑAS DE AIA
La impresionante mole granítica
de las Peñas de Aia se puede contemplar a kilómetros de distancia. Por el
contrario, para apreciar sus mayores riquezas, es preciso profundizar en el
interior de sus entrañas.
Ferrocarril minero de Arditurri. Como telón de fondo, la mole granítica de las Peñas de Aya. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Ya en tiempos del Imperio Romano
era conocida la riqueza minera de las Peñas de Aia. Desde el puerto de Oiarso,
la actual Irún, se exportó plomo, plata, hierro y otros minerales.
Cotos y ferrocarriles mineros en el entorno de Irún. Dibujo de Pedro Pintado Quintana
Durante siglos, las minas de las
Peñas de Aia fueron explotadas con mayor o menor intensidad pero, a finales del
siglo XIX experimentaron una nueva época dorada con la apertura de nuevas
minas, tanto en la vertiente occidental, en Oiartzun, como en la Oriental, en
Irun y Lesaka.
Hornos de calcinación de Irukurutzeta. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Para transportar las riquezas de
las Peñas de Aia se construyeron varios ferrocarriles mineros. Los más
importantes eran, por una parte, el que desde las minas de Arditurri se dirigía
al puerto de Pasaia y, por otra, los que comunicaban Endarlaza con la estación
de Irún y los hornos de calcinación de Irugurutzeta con el Bidasoa, donde el
mineral era embarcado con destino a la estación de Hendaia.
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