Unidad diésel construida por CAF para los ferrocarriles de Mallorca. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
La tracción diesel de la vía estrecha
española en la actualidad
En
los últimos años, las empresas que utilizan la tracción diésel en la
explotación de líneas de vía estrecha de servicio público han proseguido con su
labor de modernización de sus respectivos parques motores. Así, la creación en
1994 de SFM, empresa autonómica responsable de la explotación de la antigua red
de Feve en Mallorca, supuso la venta de los antiguos automotores diésel MAN y
Ferrostaal que prestaban servicio en la isla a los ferrocarriles del Chaco
(Argentina), los cuales fueron reemplazados por una nueva generación de
unidades construidas por CAF en su factoría de Irún. Sin embargo, la progresiva extensión de la tracción eléctrica en esta red ha supuesto la retirada del servicio de algunos de ellos que, en la actualidad, se encuentran a la espera de algún comprador.
Unidad diésel de la serie 2700 de Feve. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
Feve ha incorporado a su parque nuevos automotores diésel, en concreto, dos series suministradas por Sunsundegui y CAF formadas por 17 trenes de dos coches y otros 12 automotores independientes, matriculados en las series 2700 y 2900 respectivamente.
Las unidades eléctricas de la serie 3600 proceden de la reconstrucción de los antiguos automotores diésel MAN. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
Además, Feve ha procedido a la
modernización, tanto de los Apolos adquiridos en los años ochenta como, lo que puede resultar más llamativo, los MAN de los años sesenta y setenta. En este último caso, más que de renovación puede hablarse de
reconstrucción integral, ya que de los vehículos originales apenas se han conservado
los bogies, transmisiones y enganches. Dotados de nuevas carrocerías,
fabricadas por el constructor navarro Sunsundegui, doce de las composiciones
resultantes continúan siendo trenes diésel, pero lo más sorprendente es que,
ante el progresivo avance de las electrificaciones en sus núcleos de cercanías,
la empresa estatal decidió transformar a las doce restantes en unidades
eléctricas, algo realmente excepcional en la historia de la tracción
ferroviaria, no sólo en nuestro país, sino a nivel mundial.
Reconstrucción de las unidades MAN de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana en los talleres de Sunsundegui. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
Por su parte,
Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana, además de adquirir de ocasión dos
composiciones MAN de los Ferrocarriles Catalanes, ha procedido a la
reconstrucción integral de seis de sus trenes diésel de forma análoga a los de
Feve, actuación que también ha sido realizada en los talleres de Sunsundegui.
Feve adquirió las locomotoras diésel del ferrocarril de Tajuña tras el cierre de esta explotación. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
Por
lo que respecta a las locomotoras, Feve adquirió de ocasión en el año 1998, cinco locomotoras diesel eléctricas
construidas en 1972 para el ferrocarril industrial del Tajuña. Máquinas muy
similares a las General Electric del Ferrocarril de La Robla, éstas habían sido
fabricadas bajo licencia de dicha empresa por Babcock & Wilcox, siendo la
principal diferencia respecto a sus predecesoras, que estaban dotadas de un
motor Pielstick de construcción francesa. La empresa estatal procedió de
inmediato adaptarlas a sus necesidades de explotación, actuación realizada en
los talleres de Balmaseda, en la que sustituyó la planta motriz original por
nuevos equipos suministrados por Caterpillar, fabricante norteamericano que en
los últimos años se ha convertido en hegemónico en la vía estrecha española ya
que en esa misma época se procedió a la sustitución de los motores diésel de
las locomotoras Alsthom 1600 por otros de este mismo constructor.
Locomotora 1908 de Feve, fruto, al menos en teoría, de la reconstrucción de las antiguas locomotoras Alsthom serie 1000 de esta empresa. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
Pero
sin lugar a dudas, la actuación más relevante que Feve ha desarrollado en la
materia en los últimos años ha sido la completa transformación de las veteranas
locomotoras Alsthom de los años 1953 y 1965. Aunque en un principio se planteó
la posibilidad de convertir cinco de ellas en máquinas de tracción eléctrica,
finalmente se optó por desarrollar un nuevo vehículo dual, es decir, capaz de
ofrecer similares prestaciones tanto como locomotora eléctrica, bajo catenaria,
como locomotora diesel. En 2001 se inició la completa reconstrucción de las
diez primeras, dotadas de nuevos motores diésel Caterpillar, equipos de
tracción eléctrica Siemens y carrocerías desarrolladas por Sunsundegui,
mientras que en 2004 se procedió a la reconversión de otras siete unidades. En
todo caso, más que de una reforma, puede decirse que se trata de unidades
prácticamente nuevas, ya que de las antiguas apenas aprovechan poco más que los
bogies.
Locomotora dual serie TD-2000 de EuskoTren. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
La
última novedad en materia de tracción diésel en los ferrocarriles de vía
estrecha ha sido la adquisición de doce
locomotoras duales por parte la sociedad pública del Gobierno Vasco EuskoTren. Sus
equipos eléctricos han sido suministrados por la empresa Team y el motor diésel
por Caterpillar, mientras que la parte mecánica corresponde a la francesa CFD, hoy integrada en el grupo CAF.
Cuando ha transcurrido un siglo desde que la línea de Bilbao a San
Sebastián se convirtiera en el primer ferrocarril de servicio público en
introducir los motores de combustión interna en la tracción, su actual gestor,
EuskoTren, cierra el ciclo con la incorporación de los vehículos diésel más
modernos del momento.
Locomotoras diésel de Feve fotografiadas en la red de EuskoTren. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi