LAS LOCOMOTORAS DE NASMYTH & WILSON EN ESPAÑA
Los
Ferrocarriles de Mallorca
Los Ferrocarriles de Mallorca fueron los primeros y
principales clientes españoles de la empresa Nasmyth & Wilson. Sus líneas
contaron con locomotoras de rodaje 220-T, 030-T y 230-T.
Una de las clásicas 220T de los ferrocarriles de Mallorca fotografiada a la salida de la estación de Palma. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Locomotoras 220-T
Las primeras locomotoras adquiridas por la empresa
ferroviaria Mallorquina fueron construidas por Nasmyth & Wilson en 1875.Se
trata de tres pequeñas locomotoras de rodaje 220-T, construidas en 1874 con los
números de fabricación 174 a
176. Fueron bautizadas con los nombres de “Mallorca”, “Palma” e “Inca” y
numeradas del 1 al 3. Estas locomotoras debieron satisfacer las expectativas
iniciales de los Ferrocarriles de Mallorca, ya que en 1877 adquirieron cuatro
unidades similares, (número de fábrica 194 a 197) bautizadas como “Sineu”, “La
Puebla”, “Santa María” y Binisalem” y matriculadas del 6 al 9. La principal
diferencia entre estas máquinas y la serie anterior estribaba en el aumento de
la base de rodadura y de los cilindros, ofreciendo cabinas de conducción más
elaboradas.
En 1881 llegan a la isla dos locomotoras similares
(Nº de fábrica 205 y 206) bautizadas como “Muro” y “Petra”, y matriculadas como
10 y 11. La serie de máquinas con rodaje 220-T continuó en 1898 con las
locomotoras “Porreras” y “Montuiri” (Nº de fábrica 526 y 527) matriculadas como
16 y 17 en el parque de los Ferrocarriles de Mallorca. Estas cuatro unidades
diferían de las anteriores por el mayor tamaño de los cilindros y una caldera más
larga.
En 1902 los talleres de los Ferrocarriles de Mallorca
en Palma procedieron a la reconstrucción integral de dos de las locomotoras
construidas en 1875, introduciendo importantes modificaciones que las unifican
con las últimas máquinas de este tipo suministradas por Nasmyth & Wilson.
La primera de ellas fue rebautizada como “Alfonso XIII” (locomotora que durante
la república volvió a cambiar de nombre por el de “Salinas”) y su compañera
como “España” y rematriculadas como 18 y 19.
Aunque generalmente se ha considerado estas dos
locomotoras como de nueva construcción, no deja de ser llamativo que su puesta
en servicio coincidiera con la baja de dos primitivas Nasmyth & Wilson. Por
otra parte, eran locomotoras prácticamente idénticas a las británicas por lo
que es posible suponer que se reaprovecharon componentes o que, en todo caso,
se trataba de una copia mimética de las dadas de baja, sin aportar ninguna
innovación sobre un modelo ya, por entonces, primitivo. Por otra parte, si los
talleres de Mallorca estaban capacitados para la construcción integral de
nuevas locomotoras, no parece lógico que los ferrocarriles de la isla siguieran
adquiriendo locomotoras de nueva construcción a otras empresas.
La locomotora Nº 24 "Coll" maniobra en el puerto de Palma de Mallorca. Fotografía de Trevor Rowe. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
En todo caso, los resultados satisfactorios
obtenidos con estas dos locomotoras animaron a la empresa a proseguir con la
reconstrucción de las máquinas más antiguas. Así, cuatro locomotoras del pedido
de 1877 y una de 1881 fueron reconstruidas en 1911 recibiendo los nuevos
nombres de “Coll”, “San Miguel”, “San Lorenzo”, “Artá” y “Son Servera” y los
números de matrícula del 24 al 28.
Las locomotoras tipo 220-T de los Ferrocarriles de
Mallorca se emplearon en todo tipo de servicios, hasta que la introducción de
máquinas más potentes a comienzos del siglo XX las relegó al arrastre de trenes
ligeros de viajeros y mercancías. Se mantuvieron en servicio hasta el final de
la guerra civil. Finalizado el conflicto se dieron de baja las primeras
unidades siendo la “Salinas” la última en prestar servicio en el puerto de
Palma en 1959.
Locomotoras 030-T
En 1876, los Ferrocarriles de Mallorca adquirieron
dos locomotoras de rodaje 030-T, para el servicio de mercancías. Sus números de
fábrica eran el 188 y 189, en Mallorca fueron bautizadas como “Manacor” y
“Felanitx”, y matriculadas en el parque de la empresa con los números 4 y 5.
Locomotora Nasmyth & Wilson Nº 5 de los ferrocarriles de Mallorca. Fotografía de Frank Jones. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Con la llegada de locomotoras de mayor potencia a
principios de siglo, fueron relegadas a trabajos de maniobras y arrastre de
trenes colectores. Sin embargo, gracias a robusta construcción y simplicidad,
se mantuvieron en servicio hasta el final de la tracción vapor en la isla en 1960.
Locomotoras 230-T
Las locomotoras 230-T de los Ferrocarriles de
Mallorca eran una versión alargada de las ágiles 220-T. Con motivo del
incremento del tonelaje de los trenes motivado por la extensión de la red, los
Ferrocarriles de Mallorca se vieron en la obligación de contar con locomotoras
mas potentes, proponiendo Nasmyth & Wilson el suministro de unas máquinas
derivadas de las 220-T ( lo que suponía la unificación de gran número de
repuestos) pero de mayor longitud y esfuerzo adherente, por lo que contaban con
un eje motor de más. A simple vista llama la atención en estas unidades la gran
separación existente entre el segundo y tercer eje motriz, debido a que entre
ambos se ubica la caja de fuegos de la caldera.
Las locomotoras del tipo 230-T fueron suministradas
a los Ferrocarriles de Mallorca en tres pedidos diferentes. El primero se
materializó en 1887 con la adquisición de dos máquinas (Nº de fábrica 320 y 321,)
bautizadas en la isla como “San Juan” y “Lloseta” y matriculadas como 12 y 13.
En 1891 les siguen dos unidades más, (Nº de fábrica 414 y 415) “Marratxi” y
“Alaro” (Nº 14 y 15) para finalizar en 1911 con las dos últimas (Nº de fábrica
943 y 944) “Algaida” y “Santa Eugenia” (Nº 20 y 21).
Locomotora Nº 15 "Alaró" de los ferrocarriles de Mallorca. Fotografía de Frank Jones. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
El buen resultado de estas locomotoras es la única
justificación de la adquisición de la “Algaida” y “Santa Eugenia” en fecha tan
tardía como 1.911, época en la que este modelo podía considerarse anticuado.
Estas dos unidades fueron las últimas Nasmyth & Wilson adquiridas por los
Ferrocarriles de Mallorca, con lo que se cerraba un ciclo, ya que este
ferrocarril fue el primero y último en España en adquirir máquinas a este
constructor británico. En la isla circularon hasta finales de los años
cincuenta.
Una locomotora tranviaria
Los Ferrocarriles de Mallorca también adquirieron, en 1889, una diminuta locomotora
de vapor de rodaje 020- a la casa Nasmyth & Wilson (Nº de fábrica 389). Fue
empleada en el creciente tráfico de mercancías que esta empresa registraba con
destino a los muelles del puerto de Palma, a través de un ramal urbano de carácter tranviario. Se desconoce su matrícula original,
aunque en sus últimos años de servicio ostentaba el Nº 6.
Popularmente era conocida como “La Inglesita”. Prestó servicio hasta 1955, año
en que fue desguazada.
LOCOMOTORAS DE VÍA ANCHA
En España han circulado un total de 18 locomotoras
de vía ancha distribuidas en cuatro compañías ferroviarias diferentes, El
Ferrocarril de Almansa a Valencia y Tarragona (A.V.T.), el Ferrocarril de
Santiago a Carril y los ferrocarriles vizcaínos de Triano y de Bilbao a
Portugalete.
Locomotoras del Ferrocarril de Almansa a Valencia y
Tarragona
Este ferrocarril, promovido por el capital local
valenciano y más en concreto por el banquero José Campo, adquirió un total
de siete locomotoras de vapor a Nasmyth & Wilson.
Las primeras locomotoras fueron suministradas en 1876
con los números de fábrica 190
a 193. Se trata de cuatro unidades del tipo 030 y ténder
remolcado de dos ejes. Se trata de un modelo similar al suministrado
anteriormente por otros constructores británicos (Sharp Stewart, Slaugthter) a
la compañía valenciana, siendo utilizadas preferentemente en el servicio de
mercancías. Matriculadas en la A.V.T. en la serie 62 a 65, tras la absorción
de esta empresa por parte de la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de
España en 1891, recibieron la matriculación 1.707 a 1.710.
Estas locomotoras llegaron a integrarse en el parque
de material motor de Renfe en 1941, siendo numeradas en la serie 030-2451 a 2454. Fueron dadas
definitivamente de baja en los años cincuenta.
Locomotora Nasmyth & Wilson del ferrocarril de Almansa a Valencia y Tarragona. Fotografía de Trevor Rowe. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
En 1878 la A.V.T. adquirió un nuevo lote de dos
locomotoras Nasmyth & Wilson similares a las anteriores (Nº de fábrica 200
y 201). Matriculadas con los números 66 y 67, en Norte recibieron los
números 1.711 y 1.712 y en Renfe la serie 030-2455 y 2456. Toda su vida activa
transcurrió en tierras levantinas.
También en 1878 la Compañía de Almansa a Valencia y
Tarragona adquirió un lote de tres locomotoras (Nº de fábrica 202 a 204), específicamente
diseñadas para el servicio de viajeros. De rodaje 120, contaban con un ténder
de dos ejes. A.V.T. las numeró del 17 al 19, integrándose en el parque de Norte
como 297 a
299. Su vida activa fue más corta que sus hermanas de mercancías, desguazándose
la primera en 1926, seguida por la 18 en 1928. Tan sólo la 19 llegó a
integrarse en el parque de Renfe, recibiendo la matrícula 120-2081, siendo
desguazada en 1944.
Locomotoras del Ferrocarril de Santiago a Carril
Esta modesto ferrocarril gallego, construido con
capital británico, adquirió en 1891 dos locomotoras Nasmyth & Wilson (Nº de
fábrica 409 y 410) en previsión del incremento de tráfico que se esperaba de la
prolongación de la línea hasta Pontevedra. Elegantes máquinas de rodaje 130 contaban
con un ténder de dos ejes. Matriculadas con los números 6 y 7 y bautizadas como
“Galicia” y “Arosa”, se integraron en 1.929 en la Compañía Nacional de los
Ferrocarriles del Oeste con los números 541 y 542. En 1941, ya en manos de
Renfe, son numeradas como 130-2011 y 2012. Prestaron servicio en Galicia hasta
su desguace en 1958 y 1955 respectivamente.
Locomotora Musques del ferrocarril de Triano, en servicio en el Bierzo. Fotografía de Ferrán Llauradó. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Locomotoras del Ferrocarril de Triano
Este pequeño ferrocarril, construido por la
Diputación de Vizcaya para el transporte del mineral de hierro procedente de
los ricos cotos mineros del monte de Triano adquirió dos locomotoras de vapor a
Nasmyth & Wilson.
En 1891, coincidiendo con la prolongación de la
línea a San Julian de Musques, el Ferrocarril de Triano adquirió dos
locomotoras de rodaje 030ST, ambas idénticas, siendo la primera suministrada
por Nasmyth & Wilson y la segunda por Sharp Stewart de Glasgow. La que nos
interesa (Nº de fábrica 411), recibió el número de matrícula 14 y el nombre de
“Musques”.
Esta locomotora prestó servicio en su línea
originaria hasta su integración en Renfe en 1.941. La empresa estatal la
matriculó como 030-0228. En 1.954 fue vendida a la Sociedad Anónima Felguerosa
de La Camocha (Asturias), donde fue matriculada como SAF-2. En 1.957 pasó a la
Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP), recibiendo el número 55. En tierras
leonesas prestó servicio de maniobras hasta principios de los años setenta.
Tras varios años de abandono, en la actualidad se encuentra preservada.
Locomotora "Somorrostro". Fotografía de Juan Bautista Cabrera. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
En 1897, el Ferrocarril de Triano adquirió una nueva
unidad Nasmyth & Wilson (Nº de fábrica 504) de rodaje 120-T, con objeto de
potenciar los servicios de viajeros en la línea. Fue matriculada como Nº 17
recibiendo el nombre de “Somorrostro”. En 1941 se integró en el parque de Renfe
como 120-0221, permaneciendo como locomotora de maniobras algunos años más en
su línea de origen.
Locomotora "Cantalojas" del ferrocarril de Bilbao a Portugalete. Fotografía de Lawrence G. Marshall. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Las locomotoras del Bilbao a Portugalete
Vecino del Ferrocarril de Triano, esta pequeña línea
registraba un importante tráfico de viajeros y mercancías, contando con un
variado parque de pequeñas locomotoras de vapor.
Entre 1892 y 1895 adquirió un total de cinco
locomotoras Nasmyth & Wilson de similares características (Nº de fábrica
433, 434, 443, 444, y 463), todas ellas de rodaje 120-T.
Locomotora "Olaveaga". Fotografía de Peter Willen
Las dos primeras se recibieron en 1892, siendo
bautizadas como “Zorroza” y “Luchana” y matriculadas como 8 y 9 en el parque
del ferrocarril. En 1893 les siguieron las Nº 10 y 11, denominadas “Olaveaga” y
“Cantalojas”, para completarse la serie en 1895 con la Nº 1 “Bilbao”.
Todas las locomotoras permanecieron en su línea de
origen salvo la Nº 1 “Bilbao”, que fue vendida en 1934 al ferrocarril de
Argamasilla a Tomelloso. Posteriormente todas se integraron en el parque de
Renfe, con los Nº 120-221 a
224 para las antiguas 8 a
11 y con el 120-241 para la “Bilbao”.
En la empresa estatal toda la serie fue empleada en
servicios de maniobras en lugares tan dispares como Madrid, Asturias,
Valladolid o Cordoba. Fueron dadas de baja y desguazadas a principios de los
años sesenta salvo la “Zorroza” que fue preservada por la Asociación de Amigos
del Ferrocarril de Gipuzkoa. Desde 1993 está expuesta en el Museo Vasco del
Ferrocarril.
La locomotora "Zorroza" se encuentra preservada en el Museo Vasco del Ferrocarril. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
Extraordinaria esta tercera entrega dedicada a la legendaria firma britanica,como siempre es habitual con exhaustiva y completisima informacion al detalle y curiosidades.Bonitas las locomotoras Musques(muy curiosa esa imagen en que se aprecia la tolva) y Somorrostro,asi como la robusta Olaveaga...Entonces solo la Zorroza se salvo del pasto del soplete...Simplemente enhorabuena una vez mas por tan extraordinario trabajo de informacion
ResponderEliminarUna puntualización, en Mallorca las N&W nº 4 y 5 todavía circulaban en septiembre de 1960, aunque fuera entre la estación de Palma y el puerto. Hay fotos de ello. Un saludo.
ResponderEliminarLa locomotora nº 5 (Felanitx) de los antiguos Ferrocarriles de Mallorca, seguía operativa en la estación de Palma a mediados de junio de 1964, y es más que probable que fuera esta misma la que realizara los últimos servicios a vapor en la isla, que se registraron (con una pequeña nota a pie de página en algunos rotativos isleños) el día 12 de diciembre de 1964, con el consecuente apagado de la caldera.
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