Vista general de la fábrica de Sagunt hacia 1925. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Continuamos el estudio sobre los ferrocarriles
industriales de Altos Hornos de Vizcaya. En las anteriores
entradas, se estudió las instalaciones de esta empresa
siderúrgica en las localidades vascas de Barakaldo y Sestao.
En esta ocasión, y para cerrar este trabajo, veremos la red
de la factoría de Sagunt,
en el País Valencia.
LA
INDUSTRIA SIDERÚRGICA EN SAGUNT
Los orígenes de la industria siderúrgica saguntina se encuentran íntimamente ligados a la explotación de los criaderos de mineral de hierro de Ojos Negros (en el límite de las provincias de Teruel y Guadalajara) y la construcción por parte de la Compañía Minera de Sierra Menera de un ferrocarril entre las minas y el puerto de Sagunt.
Vista de los talleres generales de la Compañía Siderúrgica del Mediterráneo. A su izquierda se observan las instalaciones de Sierra Menera. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Tras la constitución, el 3 de septiembre de 1900, de la
Compañía Minera de Sierra Menera, se iniciaron los trabajos oportunos para la
puesta en explotación de los cotos mineros así como la construcción de un
ferrocarril y un muelle-cargadero en el puerto de Sagunt (a 5 kilómetros del casco urbano) para
facilitar la salida del mineral por vía marítima, tanto para su consumo en las
fábricas de Altos Hornos de Vizcaya en Barakaldo y Sestao como para su
exportación, principalmente a Gran Bretaña, Alemania y Estados Unidos. Pronto,
Ramón de la Sota, activo hombre de negocios, gerente de la Compañía Minera de
Sierra Menera, así como de otras iniciativas empresariales de importancia como
la Compañía Euskalduna (construcción de buques y material ferroviario) o la
naviera Sota y Aznar, vio el interés de establecer una fábrica siderúrgica en
Port de Sagunt, capacitada para cubrir las necesidades de los mercados del
litoral mediterráneo, así como para competir en el mercado italiano, país que,
por aquel entonces, carecía de acerías de importancia. La elección de Port de
Sagunt no vino determinada, como en el caso vizcaíno, por la existencia de una
tradición ferrona secular, sino por su privilegiada situación, ya que tenía garantizado el abastecimiento de
mineral de hierro mediante las vías de Sierra Menera, mientras que por vía
marítima podía recibir el combustible necesario y expedir su producción.
Tren de mineral con destino al Port de Sagunt, fotografiado en las proximidades del Puerto Escandón. Fotografía de Xavier Santamaría
El estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914, y el
consiguiente desabastecimiento de los mercados nacionales por parte de las
potencias europeas en lucha, supuso el espaldarazo definitivo a los planes de
Ramón de la Sota, al encontrarse el mercado en una situación inmejorable para
colocar los productos de la nueva fábrica. En consecuencia, El 28 de agosto de
1917 se constituía en Bilbao la Compañía Siderúrgica del Mediterráneo.
Inmediatamente se iniciaron las obras de la nueva fábrica y de los muelles que
permitirían la salida de la producción por vía marítima, con la instalación del
primer horno alto, las acerías Siemens, baterías de coque y trenes de
laminación.
Detalle de las instalaciones de la Compañía Siderúrgica del Mediterráneo. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
La primera colada se produjo el 7 de enero de 1923, aunque
durante algunos años continuaron los trabajos a fin de completar las instalaciones.
Así, en 1929 la Compañía Siderúrgica del Mediterráneo estaba capacitada para
abastecer al mercado con lingotes de fundición, palanquilla, hierros
comerciales, carriles, viguerías y productos laminados, así como subproductos
de la fabricación del coque.
La crisis político-social que supuso el advenimiento de la
Segunda República, unido a la crisis económica mundial a consecuencia del «crack»
bursátil de 1929, llevó a la paralización de los dos altos hornos y de las baterías
de coque de la fábrica, manteniéndose solamente en activo las instalaciones de
acería y laminación a partir de 1932.
Vista de los dos altos hornos y sus respectivas estufas, de la Compañía Siderúrgica del Mediterráneo. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Tras la Guerra Civil española, la Compañía Siderúrgica del
Mediterráneo fue incautada por el Estado a Ramón de la Sota por su destacada
militancia política en el nacionalismo vasco, siendo adjudicadas las
instalaciones productivas de Sagunt en 1940 a la sociedad Altos Hornos de Vizcaya, que
inmediatamente reemprendió la producción.
Entre 1940 y 1970 se consolidó la acería, se modernizaron
sus instalaciones y se construyó el tercero de sus altos hornos, alcanzándose
una producción anual de más de 300.000 toneladas de acero. A partir de esta
última fecha, y ante las perspectivas de que la demanda de productos siderúrgicos
continuara en la progresión ascendente de los años anteriores, se decidió la
instalación en Sagunt de lo que se vino a denominar Cuarta Planta Siderúrgica
Integral (las otras siderúrgicas integrales eran las de Sestao, Avilés y Veriña),
tomando como punto de partida las instalaciones de AHV en esta localidad. Con este
objetivo se creó en 1971 la nueva sociedad Altos Hornos del Mediterráneo (AHM),
en la que en 1974 se integró la vieja acería. Se inició el desarrollo de los planes
de expansión, cuyo objetivo final era el de poder producir hasta 6 millones de
toneladas anuales, con la inauguración, en 1976, de las nuevas instalaciones de
laminado en frío.
Vista del alto horno Nº 3. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
Aunque estaba prevista la continuación de los planes de
expansión con la instalación de un moderno tren de bandas en caliente y una
nueva acería, la crisis industrial iniciada en 1973, que tan graves
repercusiones tuvo sobre el sector siderometalúrgico, supuso el abandono de los
mismos. Posteriormente, como consecuencia de la reconversión del sector en
octubre de 1984, se procedió al cierre de la vieja acería y de todas las
instalaciones accesorias salvo el tren de laminación en frío, que quedó integrada en la sociedad Sidmed. Las instalaciones portuarias han sido integradas con las del puerto de Valencia.
Plano de las instalaciones de la Compañía Siderúrgica del Mediterráneo. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
EL FERROCARRIL
EN LA FÁBRICA DE SAGUNT
El ferrocarril, al igual que en las fábricas de AHV en
Bizkaia, jugó un papel fundamental en los transportes de la siderúrgica saguntina,
tanto para los acarreos interiores como para el tráfico exterior de materias
primas y productos terminados.
De los 86 kilómetros de vías férreas que llegaron a
existir en esta instalación fabril, la mayor parte, unos 70 kilómetros , eran
de ancho métrico, mientras que las restantes eran de vía ancha. Los transportes
internos en vía métrica consistían en el enlace de las diversas instalaciones,
hornos de coque con los altos hornos, transporte del arrabio de los hornos a la
acería Siemens para finalmente distribuir el acero entre los diversos trenes de
laminación donde se obtenía el producto final. Por otra parte, la red exterior
de vía métrica conectaba las instalaciones del ferrocarril de Sierra Menera con
la fábrica para asegurar el suministro de material férrico, el puerto particular
para abastecer de carbón los hornos de coque y para facilitar la salida de la
producción por vía marítima y los altos hornos con el litoral donde se vertían
las escorias de las acerías. Con la instalación en 1946 de la factoría
cementera Ferroland, a un kilómetro de distancia de la fábrica de AHV, se
construyó un ramal de vía métrica, ya que las escorias resultaban una materia prima
de gran calidad para la producción de cementos especiales.
Tren con vagones para transporte de escoria. Fotografía de Lawrence G. Marshall
La red viaria de vía ancha estaba constituida por un ramal
de enlace de cinco kilómetros de longitud hasta la estación de la Compañía del
Norte (luego Renfe) en Sagunt así como de las vías que enlazaban el ramal con
los diversos talleres de laminación y almacenes y era utilizada, fundamentalmente,
para dar salida a los productos siderúrgicos fabricados en el puerto de Sagunt,
aunque, ocasionalmente, también era utilizado para el abastecimiento de
materias primas. Con la inauguración en 1976 del tren de laminación en frío, la
red de vía ancha se prolongó hasta las nuevas instalaciones, ya que el
abastecimiento de bobina laminada en caliente se efectuaba casi exclusivamente
a través de Renfe.
Tren de mercancías de Renfe, fotografiado en el ramal de acceso al Port de Sagunt. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
Asimismo, era habitual la circulación de trenes de
viajeros entre las instalaciones fabriles y la estación del Norte, cuyo horario
dependía de los turnos de trabajo de los empleados de la factoría, ya que, aunque
con el tiempo surgió en Port de Sagunt una importante ciudad, muchos de los
obreros de la empresa vivían en el antiguo casco urbano saguntino. El uso de estos
trenes estaba restringido al personal de AHV y era de carácter gratuito.
Bogie de locomotora eléctrica, fotografiado en los talleres de material móvil de Sagunt. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
La red ferroviaria se completaba con los necesarios
talleres en los que se efectuaba el mantenimiento del material móvil adscrito a
la fábrica.
Desde la inauguración de las instalaciones, gran parte de
la red viaria interior, así como las vías anchas (a excepción de las instaladas
a partir de 1976 para dar servicio a las instalaciones de la futura Cuarta Planta
Integral) se encontraban electrificadas a 600 voltios en corriente continua, con
línea aérea, alimentada mediante una subestación situada junto a los talleres
de mantenimiento del material móvil. La alimentación de las locomotoras se
efectuaba por medio de un hilo de contacto sencillo, tipo tranvía, suspendido
por postes metálicos.
Dresina para mantenimiento de la línea aérea de electrificación. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
A partir de 1972 se abandonó la tracción eléctrica en la
red de vía ancha, míentras que en la vía métrica se mantuvo operativa hasta la
clausura de la factoría en 1984.
Toda la red ferroviaria de Altos Hornos en Sagunt fue
desmantelada tras el cierre de la siderúrgica en 1984, a excepción del enlace
de vía ancha entre las instalaciones del tren de laminación en frío y la red
general de RENFE.
Vías semiabandonadas en Port de Sagunt. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
Como siempre,magnifico estudio de este enclave industrial asi como imagenes del mas que interesante material de la linea que a el confluia,esperamos con sumo interes las siguientes entregas
ResponderEliminarBienvеnida! y agradecido!
ResponderEliminarDebería deciг que tս entrada en el site me ha sidօ efetivɑmente útil!
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Si escribes en español. Topónimos y nombres propios en español.en la época a la que te refieres no creo que se empleará los que tú utilizas.es más no creo que pudieran imaginarse el grado de decadencia al que hemos llegado
ResponderEliminar¿Desde el valiente anonimato te atreves a darme lecciones de gramática parda? Tú mismo reflejas el grado de respeto al que algunos queréis llegar. En todo caso, procuro utilizar los topónimos oficiales en la actualidad, algo que no debería molestar a quien respeta la riqueza cultural de nuestro país, lo que, evidentemente, no debe ser tu caso.
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ResponderEliminarMuchas gracias por tu trabajo. Me gustaría emplear algunas de tus imágenes y textos con mi alumnado si no tienes inconveniente, por supuesto haciendo referencia a tu página web. Gracias
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