El pasado 10 de agosto publiqué en este blog una entrada dedicada a los misteriosos "supertrolebuses" adquiridos por la EMT de Madrid en 1960 pero construidos, al menos, en 1957, sin que se supiera a ciencia cierta cual era su verdadero origen.
Ensayo de los "supertrolebuses" en la línea de la Playa Ereaga. Archivo de Fran Martínez
Afortunadamente, la progresiva digitalización de los fondos hemerográficos de los principales periódicos de nuestro país permite al investigador disponer en su propia casa de información que, hace unos pocos años, solo se podía alcanzar a través de largas horas de estudio en las principales bibliotecas públicas. De este modo, hemos podido localizar algunas informaciones que permiten entender mejor el origen de estos "supertrolebuses".
La primera de estas informaciones fue publicada en el diario ABC el 1 de noviembre de 1955. Ese día, el rotativo madrileño informaba a sus lectores que "Antes de finalizar el presente año, la capital vizcaína contará con sesenta trolebuses, al entrar en servicio veinte nuevas unidades. Cada una de éstas cuesta un millón seiscientas mil pesetas, va montada sobre tres ejes, su longitud es de doce metros y medio y podrá transportar a ciento sesenta viajeros. En la misma factoría en la que se dan los últimos toques a los veinte supertrolebuses, se está poniendo la carrocería a ciento cincuenta autobuses por encargo del ayuntamiento de Madrid"
Vista de un "supertrolebús" en la línea de trolebuses de los Ferrocarriles y Transportes Suburbanos de Bilbao. Archivo de Fran Martínez
Un año más tarde, el 20 de septiembre de 1956, el mismo rotativo publicaba una noticia que, bajo el titular "Construcción de un supertrolebús", señalaba: "Por un coste de millón y medio de pesetas, han fabricado en Bilbao un supertrolebús tres empresas vizcaínas. Las características de este vehículo son: doce metros de largo, tres ejes de dos ruedas cada uno, instalación de un grupo electrógeno para rodar por sus propios medios y capacidad para 150 viajeros."
Con las reservas necesarias hacia unas informaciones periodísticas que contienen ciertas imprecisiones como la disparidad en la longitud de los "supertrolebuses" o la abultada cifra de autobuses que se carrozaban para Madrid (según el especialista en los transportes urbanos de la capital de España José Antonio Tartajo, no eran ciento cincuenta sino medio centenar los autobuses que entonces carrozaba Seida) de ambas informaciones se desprende que los supertrolebuses fueron construidos entre 1955 y 1956 como consecuencia de un pedido realizado por la empresa concesionaria de los transportes urbanos de Bilbao.
Los "supertrolebuses" disponían de un grupo electrógeno. Archivo de Fran Martínez
En efecto, a mediados de los años cincuenta, Bilbao necesitaba ampliar su parque de trolebuses con dos objetivos: el primero, sustituir los tranvías en la línea de Bilbao a Santurce que, en aquella época, contaba con cerca de quince millones de viajeros, por lo que el relevo de las composiciones formadas por un tranvía motor y un remolque, ambos de bogies, no era posible con los trolebuses entonces en servicio en la capital vizcaína, los pequeños Vetra CS-60 de sesenta plazas, siendo necesarios coches de mayor capacidad como los "supertrolebuses". El segundo, completar la línea de trolebuses al barrio de Deusto, que presentaba un escollo que los responsables del transporte urbano de Bilbao no sabían como superar: el puente basculante de Deusto (entonces llamado del Generalisimo).
La reducida capacidad de los trolebuses Vetra CS-60 resultaba insuficiente para atender la creciente demanda de los transportes urbanos de Bilbao. Fotografía de Javier Aranguren
Aunque la electrificación de puentes basculantes para el paso de tranvias y trolebuses era bastante común en buena parte de Europa, los responsables de los transportes urbanos de Bilbao no encontraron un modo satisfactorio de montar la línea aérea en el puente de Deusto, por lo que estudiaron la posibilidad de utilizar en este trayecto trolebuses con cierta autonomía, bien mediante baterías, bien con un grupo electrógeno. De este modo, los "supertrolebuses" que, según señalaba ABC disponían de "un grupo electrógeno para rodar por sus propios medios", representaban la solución ideal al problema.
"Supertrolebús" en Algorta. Archivo de Fran Martínez
Por el momento, no es posible dar una respuesta documentada a los motivos por los que Bilbao suspendió la compra de los veinte supertrolebuses. Lo que es cierto es que, finalmente, nunca se implantó el trolebús de Bilbao a Santurce sino que los tranvías fueron reemplazados por autobuses de dos pisos, razonable solución para un trayecto de largo recorrido y gran demanda. Por otra parte, tampoco se completó la línea de trolebuses a Deusto. Además, el problema que suponía la escasa capacidad de los CS-60 se solucionó en aquellos años de una forma bastante prosáica: mediante su progresiva reconstrucción con nuevas carrocerías entre las que sin duda destacan doce coches convertidos en "supertrolebuses artesanales" a los que se dotó de un tercer eje con el que pudieron ampliar notablemente su longitud y capacidad.
"Supertrolebús artesanal", fruto de la reconstrucción en los talleres de TUGBSA de un trolebús Vetra CS-60 con la incorporación de un tercer eje. Fotografía de Javier Guimerá.
Es posible que la sustitución del accionariado belga mayoritario en la empresa Tranvía Urbano de Bilbao por la familia Aguinaga tras la constitución de la sociedad Transportes Urbanos del Gran Bilbao (TUGBSA), tenga una relación directa con el fin de la expansión de la red de trolebuses (abandono de los proyectos de Santurce y Deusto) y con la opción de aprovechar al máximo los recursos disponibles (reconstrucción de la flota de trolebuses existente) frente al mayor coste que supondría la adquisición de los veinte supertrolebuses inicialmente contratados. En todo caso, cuatro de ellos ya estaban construidos cuando TUGBSA renunció a su compra, lo que motivaría su oferta a otras empresas, como es el caso de San Sebastián, hasta su definitiva adquisición por parte de la EMT de Madrid.
En el Vía Libre de los meses de julio y agosto, número 565, hay un interesante reportaje sobre los tranvías PRIMOVE, con alimentación eléctrica sin contacto. Esta tecnología también podría utilizarse en autobuses e incluso en coches y furgonetas eléctricas. ¿El futuro tal vez?
ResponderEliminar¿Será el fin de los trolebuses tal y como los conocemos?