Placa de construcción de las locomotoras ASEA Nº 11 a 14 de la Compañía de los Ferrocarriles Vascongados
En 1931, la
Compañía de los Ferrocarriles Vascongados adquirió un pequeño
lote de cuatro locomotoras eléctricas que, en sus laterales, ostentaban unas
llamativas placas de construcción en las que destacaba la presencia de dos
esvásticas.
A la vista de ambos símbolos, son muchos los que han
intentado encontrar alguna relación entre estas hermosas locomotoras y el
siniestro régimen Nacionalsocialista alemán. Incluso, no hace muchos años, un
diario guipuzcoano publicó el escrito de un lector que exigía la retirada de
una de estas placas que, con otras de diferentes constructores de locomotoras,
se exhibe en el hall de la estación de EuskoTren en Amara (San Sebastián), al
considerarla como un símbolo fascista.
Sin embargo, no existe ninguna relación entre estas
locomotoras y el diabólico régimen instaurado en Alemania por Adolf Hitler.
Estas máquinas fueron construidas entre 1931 y 1932 por la Compañía Auxiliar
de Ferrocarriles, CAF, en su factoría de Beasain, con equipos eléctricos de
la multinacional sueca Allmänna Svenska
Elektriska AB, más conocida por sus iniciales ASEA. Esta empresa, constituida
en 1883, decidió, a finales del siglo XIX,
utilizar como logotipo la cruz gamada, emblema de gran tradición
histórica y utilizado por numerosos pueblos, desde la India hasta Escandinavia,
como símbolo de buena suerte. Con su adopción, ASEA simplemente deseaba representar
la rotación de sus principales productos: motores eléctricos, generadores, turbinas
hidráulicas y de vapor. Éste, y no otro, era significado de las cruces gamadas
de las placas que ostentaban estas locomotoras, en cuyos cuarteles figuraban
las iniciales de esta sociedad sueca.
En todo caso, es importante tener en cuenta que, además de
la tradicional neutralidad de Suecia, la cruz gamada, como símbolo del partido
nacionalsocialista, no comenzó a ser conocida fuera de Alemania hasta la definitiva
ascensión al poder de Hitler en 1933, es decir, poco después de que fueran
construidas estas locomotoras. No fue necesario que transcurriera mucho tiempo para
que ASEA decidiera cambiar su imagen corporativa para evitar equívocos.
La participación de los nazis en el diseño o construcción de
estas cuatro locomotoras está completamente descartada. Sin embargo, algunos
años más tarde parece que si que existió algún tipo de relación entre la Compañía de los
Ferrocarriles Vascongados y los nazis. En efecto, a principios de 1946 los
Libros de Actas de esta empresa señalan la contratación, «por razones de
humanidad», de ocho alemanes que, «por las actuales circunstancias, no pueden
regresar a su país de origen». ¿A que se refiere esta anotación? ¿Quiénes eran
estos ocho individuos? Todo hace suponer que la imposibilidad de regresar a
Alemania pudiera estar relacionada con su vinculación al siniestro régimen
nacionalsocialista y el temor de sufrir algún tipo de represalia por sus
responsabilidades en las atrocidades cometidas por los nazis en toda la Europa ocupada.
Lamentablemente, al menos por el momento, no hemos podido determinar quiénes
eran estos ocho alemanes y cuál fue su trayectoria en los Ferrocarriles
Vascongados.
Si la Compañía de Ferrocarriles Vascongados CONTRATO a esos ocho alemanes es lógico pensar que estuvieron con nómina y dados de alta en la Seguridad Social.
ResponderEliminarQuizás allí, en el Instituto Nacional de la Seguridad Social, se pueda encontrar alguna pista de estos misteriosos personajes.
Difícilmente seran identificados puesto que cambiarian de identidad para pasar desapercibido
EliminarSon de las pocas que se las puede indultar, al resto...
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=PzEBp9EV2pg
Al menos en Europa, en otras culturas tienen otro significado, pero aquí es un símbolo que debe ser exterminado y aniquilado.